domingo, febrero 27, 2005

7 premios + 1

Lo sé, son unos galardones absurdos, más motivados por las campañas promocionales que por una buena historia. Pero a veces premian películas con diálogos como éste:
En Italia durante los treinta años que reinaron los Borgia hubo guerras, terror, crímenes, sangre... Pero también Miguel Ángel, Leonardo y el Renacimiento. En cambio, en Suiza hay amor fraternal desde hace 500 años de democracia. ¿Y qué han inventado? El reloj de cuco.
Si de mi dependiera,
-el mejor director, Scorsese (aunque no precisamente por ésta)
-la mejor actriz, la Bening (también incluye mi tendencia a las compensaciones)
-el mejor guión adaptado, Descubriendo nunca jamás (por mi amplio lado infantil)
-la mejor película, Entre copas (por mi no menos amplio vértice alcohólico ;)
-la mejor película extranjera, Los chicos del coro (en homenaje a mi particular fracaso en el coro infantil del cole)
-el mejor corto, 7:35 de la mañana (por la cortesía de Carol)
- la mejor peli de animación, Shrek II (por todos los estereotipados cuentos de hadas que tuvimos que escuchar)
Es una quiniela sin criterio porque, en general, yo carezco de él y, en particular, no he visto ni un tercio de las películas que participan. Sólo tengo uno claro: el de mejor actor se lo reservamos a Haiduc, para que no se conforme con menos de un papel protagonista.

jueves, febrero 24, 2005

Completamente viernes

Este poema de Luis García Montero es para desearos a todos un fin de semana lleno de promesas y especialmente a J, que siempre se pone triste cuando lee mis desvaríos, para que hoy me esboce una sonrisa.

"Por detergentes y lavavajillas
por libros desordenados y escobas en el suelo
por los cristales limpios, por la mesa
sin papeles, libretas no bolígrafos,
por los sillones sin periódicos
quien se acerca a mi casa
puede encontrar un día
completamente viernes.

Como yo me lo encuentro
cuando salgo a la calle
y está la catedral
tomada por el mundo de los vivos
y en el supermercado
junio se hace botella de ginebra
embutidos y postre,
abanico de luz en el quiosco
de la floristería,
ciudad que se desnuda completamente viernes.

Así mi cuerpo
que se hace memoria de tu cuerpo
y te presiente
en la inquietud de todo lo que toca,
en el mando distancia de la música,
en el papel de la revista,
en el hielo deshecho
igual que se deshace una mañana
completamente viernes.
Cuando se abre la puerta de la calle,
la nevera adivina lo que supo mi cuerpo
y sugiere otros título para este poema:
completamente tú,
mañana de regreso, el buen amor,
la buena compañía"

martes, febrero 22, 2005

Tres tristes trazos

Decía Cabrera Infante que había aprendido que la física era más importante que la metafísica.
El fin de semana iba a ser mi estreno como esquiadora. Había apuestas sobre qué parte de mi cuerpo me rompería, pero todos acabamos decepcionados (ellos, los que apostaban, y yo, que ya me suponía la sucesora de María José Rienda): la estación estaba cerrada ¡por exceso de nieve! Mitigué la decepción con batallas de bolas de nieve y deslizándome por los montes nevados con bolsas de basura del DÍA. Pero nada de snow, ni de slalom, ni de gritar "y su princesaaaaaaa" (vale, hago zapping en el descanso de Luz de luna y veo a Buenafuente).
También allí es díficil escuchar:

Ojalá se te acabe la mirada constante,
la palabra precisa, la sonrisa perfecta.
Ojalá pase algo que te borre de pronto:
una luz cegadora, un disparo de nieve.
Ojalá por lo menos que me lleve la muerte,
para no verte tanto, para no verte siempre
en todos los segundos, en todas las visiones:
ojalá que no pueda tocarte ni en canciones.

Yo, que habito siempre en la metafísica más infructuosa, admito que la física pesa más. Es posible cambiar de dirección, pero no de sentido.

miércoles, febrero 16, 2005

Mi coco

seguro que existe alguna razón

-hormonal
-lunar
-sentimental
-...

para que no pueda dejar de tatarear esta canción

"como una ventana que al cerrar / no ilumina el punto que ha dejado entre tinieblas / una sombra entre las piedras / así se ha quedado sin razón / nadie le ha explicado que no existe explicación /y tiene tantas dudas / y cómo le podría yo explicar / que la pena dura tanto / como quieras tú seguir llorando / y aunque tú revises tu interior / siempre queda algo que / te dice que esto es para largo / aunque no lo tengas claro y quieras escapar / mi coco me dice que hoy / mi vida entera pasará / ante mis ojos /y pediré perdón / con la razón estudiaría / un libro abierto es hoy / mi corazón / mi alma entera te daría / si hoy tuviera garantías / de que soy yo / a quien tú esperas / como una mentira se perdió / no esperó a que se callaran / los rumores que decían que él / no iba a volver / no se olvidó / ni tampoco repitió / sus errores se perdieron / como el amor /
y aunque nunca tuvo claro / si había sido bueno o malo / cómo iba a recuperar / el tiempo que se va / nunca volverá / aunque tú te empeñes / aunque no lo tengas claro y quieras escapar"

pero la desconozco (o necesito ignorarla)

lunes, febrero 14, 2005

Even better than the real thing

En los últimos días he estado en el teatro y en el cine, con William Shakespeare y con James Barrie. Salí de las dos obras con reflexiones incendiarias. Ya saben: esas veces que crees que el arte va a cambiar tu vida. Luego, al cabo de las horas, la rutina y las obligaciones que nos imponemos acaban sepultando esas ideas locas. Pero recuerdo que me prometí, cuando estaba sentada en el sillón y encendieron las luces, que no me embarcaría en más conversaciones obligadas con semidesconocidos, esas a medio camino entre la cortesía y el más mortal aburrimiento. Recuerdo que me prometí no resignarme ni un sólo día, no pensar: cuánto trabajo tengo hoy, qué cansada estoy, me duele no sé que parte del uerpo... y echarlo a perder. Lo hago con frecuencia (lo de no dejarme ganar por las circunstancias), pero me gustaría adoptar una actitud militante. Un 'no pasarán': ni la monotonía, ni la desesperanza, si acaso unas rendijas para la melancolía, que viene bien para los domingos por la tarde.
Lo de Barrie, en todo caso, no se arreglaba con un discurso bienintencionado, ni buenos propósitos de principio de año. Para escribir Peter Pan se inspiró en una familia de la que se hizo cargo cuando sus padres murieron (luego hubo más tragedias: dos de los chicos también murieron, de maneras siniestras, y él mismo falleció angustiado). El escritor estaba casado con una actriz, de la que se divorció. Eso (un divorciado amigo de la hubiera sido tachado, primero, de excéntrico y, después, de pederasta. Al final, el Estado es como un padre autoritario, de los de antes: decide cosas tan personales con personas de que sexo te puedes casar, si te puedes divorciar y cuando, quien no se te puede acercar a menos de 500 metros... No me gusta que estemos delegando tanto en esa familia se queda con cuatro niños) sería imposible hoy en día, debido a la existencia de: servicios de bienestar social, tribunales, custodias, derechos adquiridos. Este hombre cosa abstracta llamada administración, que maneja estadísticas sobre nuestro consumo de agua, de autobus, de cine o de productos europeos. Esto sí que es Gran Hermano y no lo que echan por la tele.

miércoles, febrero 09, 2005

Una de confesiones



Entre Sardá y Buenafuente, me quedo con... ¡Luz de Luna! (Localia, de medianoche a una de la madrugada, acompañado de un litro de yogur líquido)

lunes, febrero 07, 2005

Lugares comunes

Más contradicciones: no creo (muy a mi pesar) que el amor dure más de tres años, pero me encantan esas historias que duran toda la vida.
Ayer llegué a casa tarde, después de trabajar. Disfruté de una deliciosa conversación telefónica y a eso de medianoche encendí la tele sin demasiada convicción. Sabía que programaban "Lugares comunes", una película que vi en los antiguos cines de Deusto y que recuerdo que me gustó.
La mejor descripción del argumento es de su director, Adolfo Aristarain: "Es una historia de amor sólido y profundo, de respeto mutuo entre un profesor de literatura obligado a jubilarse anticipadamente por su orientación política y una mujer que se convierte en sostén moral de su marido y en motor de la historia”. Él es Federico Luppi, ella Mercedes Sampietro.
Pensé que tal vez llegaría al final, pero me encontré este diálogo:

Fernando (Federico Luppi): Creo que usted sabe mucho de perfumes.
Tutti Tudela (secretaria): Ummm, casi tanto como usted de mujeres. Con una sola mirada, muy discreta, me examinó de arriba a abajo y creo que no le pareció nada mal lo que veía, ¿me equivoco?
F: O usted es muy sabia o mi mirada está perdiendo la discreción, tal vez porque no esperaba encontrarme con alguien que despertara en mí un inequívoco sentimiento de lujuria.
T: Usted también es una presa que una mujer sin prejuicios estaría muy dispuesta a conquistar.
Carlos (amigo de Fernando): Si quieren sigo yo con las fotocopias y ustedes se van a tomar un café o algo...
T: A mí me quedan unos cuantos prejuicios. Este momento no debe pasar de ser un intercambio muy agradable de elogios eróticos. Puro coqueteo entre dos personas con mucha experiencia.
F: Experiencia no implica conocimiento... Yo no sé nada de mujeres.
T: Eso es una mentira elegante, un caballero no habla de ciertas cosas.
F: Las pocas mujeres que conocí en mi vida, las admiré, las observé e intenté descifrarlas...., nunca dejaron de ser un misterio, nunca dejaron de sorprenderme.
Creo que lo único importante es disfrutar de su presencia. No me di cuenta enseguida, pero.... un tiempito después aprendí a escucharlas, a valorar los silencios, las miradas, esos momentos en los que parece que no pasa nada y pasa un mundo.
Aprendí a respetar su intuición, su inteligencia.... y aprendí a amarlas.
T: Le quiero advertir que el nivel de mi defensa se está bajando peligrosamente. No se puede decir esas cosas así... como si nada.
C: Yo me voy, te espero en el coche... (hace gesto de irse).
F: Llevo 40 años casado con la misma mujer y le soy fiel (su amigo se queda).
T: No soy chismosa, no es necesario que me mienta.
F: No le estoy mintiendo. Nunca me obligué a serle fiel a mi mujer. No es una norma o pacto a respetar. Con Lili, con mi mujer, siempre dijimos que si alguien se cruza con alguno de los dos... mala suerte, pero sin mentiras. Estamos juntos porque queremos, nadie nos obliga a ser leales. Ninguna de las mujeres que conocí después de Lili le puede ganar. No... Las miro, las puedo admirar, me puede asombrar encontrarme con alguien como Tutti Tudela, pues yo estoy abierto a lo que sea, por lo que pueda pasar. Pero no hay caso... Lili gana.... Lili gana siempre.
T: Tengo la.... sensación... de que cuando habla de mujeres... está hablando de una sola mujer.
F: Sí, puede ser sí.
C: Debo advertirle, mi querida Tutti que el discurso de mi amigo es una gran mentira, magistralmente armada para seducir mujeres hermosas como usted.
T (hablando a Luppi): Me gustaría mucho conocer a su mujer.. quiero dejar de ser discreta por una sola vez y contarle todo lo que usted me dijo. ¿Ella lo sabe?
F: Nunca se lo dije, pero.... Lili.... qué sé yo!!!! nunca se le escapa nada.
T: Dígaselo.
F: No sé si puedo... Por eso escribo...
T: Eso también estaría bien.... pero hágalo pronto... Esa mujer no se merece que la hagan esperar tanto.

Apagué la tele y soñé contigo.

sábado, febrero 05, 2005

Milagros

No acostumbro a ser demasiado persistente, salvo en cosas tan inútiles como contradecirme. Hace apenas dos días escribía que en este curioso universo de la blogosfera no éramos tan distintos. Pues hoy me voy a desmarcar con un tema que no entra ni de lejos en esa extraña identidad común que se teje entre los cuadernos de bitácora. En los blogs nadie habla de fútbol, salvo que sea para criticar los sueldos de los jugadores o la necedad de sus espectadores. Y, sin embargo, a mi me chifla. Entre la literatura rusa y el cine francés, qué quieren, se cuela también el gusto por el juego que cada semana reiventan 22 millonarios.
Resulta que mi equipo preferido pasa por un momento de profunda crisis deportiva, económica y social. Esta semana la noticia ha saltado a los medios de comunicación nacionales porque al menos un tercio de los socios ha decidido no acudir al estadio en señal de protesta. Los titulares: "La afición da la espalda al equipo"; "Guerra civil en la Real",... Por eso, me ha dado una pequeña alegría escuchar que los que sí han acudido han empezado animando al equipo. Eso sí, mientras escribo estas líneas, a los cinco minutos de comenzar el partido, el Valencia nos ha marcado un gol: la Real es, en estos momentos, la encarnación de ese dicho "a perro flaco, todo son pulgas", o algo parecido.
Pero una, que es una pesimista desinformada, cree en los milagros. Hoy he leído que la selección ha llamado a Iván de la Peña, un futbolista que ahora juega en el Espanyol. Es un caso que he seguido con interés, porque Iván es un jugador muy talentoso que nunca ha encontrado encaje en los equipos por los que ha deambulado. Y ahora de la mano de un modesto equipo catalán y del tiernísimo Lotina, ha sacrificado un poco, pero sólo un poco, su brillo y ha encontrado su sitio. El Espanyol es el equipo revelación y él un hombre que, después de muchos años, ha recuperado la alegría jugando al fútbol.
Por eso me gusta este deporte, por los antihéroes que lo pueblan, por las estrafalarias ilusiones que despierta y porque me hace conservar la fe en las segundas oportunidades. Puede que la Real remonte el partido o puede que no, puede que baje a Segunda División y que pase allí algunas temporadas, incluso puede que algun Piterman nos compre. Pero seguiré creyendo, porque los pocos que han acudido hoy a Anoeta (cuentan la radio y sus odiosos locutores) se temen lo mismo que yo, pero continúan aplaudiendo.

jueves, febrero 03, 2005

You must remember this

Llevo unos meses leyendo blogs. Todas las semanas repaso mis favoritos y visito de vez en cuando a sus visitas. En muchos casos son vidas que no tienen nada que ver con la mía, pero me he dado cuenta de que tampoco nos separan tantas cosas, al menos no esenciales. Te pasas media vida intentando proteger tus ideas propias, creyendo que eres diferente, incluso rara, y luego descubres que en un elevado porcentaje compartes el gusto por películas, momentos, libros, músicas que te ligan en algo más que unas aficiones comunes, porque conectan con lo que eres y con lo que te importa. Rosa Montero citaba el otro día que se han contabilizado apenas 10.000 ideas diferentes en el mundo.
No sé si esto solo se puede aplicar a la sociedad occidental, pero apuesto a que nos asombraríamos con la cantidad de gente que se despierta por las mañanas pensando en lo mismo, con las miles de personas a las que les duele él o ella de modo similar, a las que les hacen felices cosas muy parecidas. Si no fuéramos tan ególatras, nos daríamos cuenta de que no somos tan distintos.



Y sin embargo cuando pienso, entre resignada y dichosa, "de todos los cafés del mundo tuvo que elegir el mío", me siento única.