martes, agosto 31, 2004
Hoy me han dado las llaves del piso nuevo. Supongo que mañana dormiré allí por primera vez. Es el sexto inmueble que alquilo (he vivido semanas en varios, pero esos no los cuento). Los he compartido con nueve personas diferentes, seis chicos y tres chicas. No sé en cuál de ellos he sido más feliz. Uno de Bilbao presenció mis peores momentos; otro vivió mi etapa más superficial; el tercero de la misma ciudad, el de Pamplona y el de Madrid conservan los mejores recuerdos... Y éste, el cuarto, es un armario oscuro en el que cuelga una bombilla de luz temblorosa: una gran incógnita.
La mudanza me ha recordado un relato que leí hace tiempo: "La balada del café triste", de Carson McCullers. Debería poner en su contraportada: recomendada para los que han amado o han sido amados, o sea, para casi todo el mundo. Hay un párrafo especialmente delicioso en torno a la página treinta (en la edición de Seix Barral, que es la que tengo yo). Comienza algo así como "hay el amante y el amado, y cada uno procede de regiones distintas..."
lunes, agosto 30, 2004
La culpa

Aunque este magnífico párrafo habla de las culpas con mayúscula me ha hecho pensar, y es curioso, he llegado a la conclusión de que muchas veces me he culpado por cosas en las que no tenía tanta responsabilidad y, sin embargo, cuando realmente tenía que haberme culpado y hasta haber hecho penitencia por algo, entonces he intentado evadirme, olvidar lo ocurrido. He pedido perdón, sí, pero enseguida me he apartado de los hechos, como si no fueran conmigo. Cuando me siento culpable y me avergüenzo, soy torpe con las palabras y con las manos. Hace mucho que no tengo esa sensación, pero lo recuerdo como si fuera ayer.
sábado, agosto 28, 2004
En la ciudad sin límites

viernes, agosto 27, 2004
Leonor

Cuanto más lo leo, más cierto me parece. Al menos a mí me ha pasado, con otras personas –con D, por ejemplo–. No sé si a alguien le habrá pasado conmigo. Podría analizar qué imagen quiero proyectar ante los demás, aunque lo que más me gustaría pensar es que no intento tener ninguna. Uff, el psicoanálisis no me va a conducir a nada bueno.
jueves, agosto 26, 2004
Planetas y estrellas
Para el ojo humano, los planetas tienen aspecto de estrellas, pero a diferencia de éstas, que permanecen aparentemente fijas en el firmamento , se mueven con trayectorias que hoy pueden ser calculadas con exactitud, pero que a los antiguos les parecían caprichosas, por lo que los romanos los llamaban stellae errantes (estrellas errantes).
Hoy España ha jugado contra Estados Unidos los cuartos de final en los Juegos Olímpicos de Atenas. Yo iba con España, me siento más cerca de Navarro -sobre todo de Navarro ;)-, Gasol, Calderón o Jiménez que de las estrellitas de la constelación de la NBA (una competición que durante el año me gusta, por otro lado). España ha perdido; contra USA ser de este planeta –y no galáctico– no vale. Es lo que más pena me ha dado de estos Juegos, aunque me quedo con todo lo que he disfrutado viéndolos jugar.
Hoy España ha jugado contra Estados Unidos los cuartos de final en los Juegos Olímpicos de Atenas. Yo iba con España, me siento más cerca de Navarro -sobre todo de Navarro ;)-, Gasol, Calderón o Jiménez que de las estrellitas de la constelación de la NBA (una competición que durante el año me gusta, por otro lado). España ha perdido; contra USA ser de este planeta –y no galáctico– no vale. Es lo que más pena me ha dado de estos Juegos, aunque me quedo con todo lo que he disfrutado viéndolos jugar.
miércoles, agosto 25, 2004
Cosas que nunca escuchaste
Maybe I didn’t treat you quite as good as I should
Maybe I didn’t love you quite as often as I could
Little things I should’ve said and done, I never took the time
You were always on my mind
You were always on my mind
Maybe I didn’t hold you all those lonely, lonely times
And I guess I never told you, I’m so happy that you’re mine
If I made you feel second best, I’m so sorry, I was blind
You were always on my mind
You were always on my mind
Tell me, tell me that your sweet love hasn’t died
Give me one more chance to keep you satisfied
Satisfied
Little things I should’ve said and done, I never took the time
You were always on my mind
You were always on my mind
Tell me, tell me that your sweet love hasn’t died
Give me one more chance to keep you satisfied
You were always on my mind
You were always on my mind
You were always on my mind
You were always on my mind
You were always on my mind
You were always on my mind
Maybe I didn’t treat you quite as good as I should
Maybe I didn’t love you quite as often as I could
Maybe I didn’t hold you all those lonely, lonely times
And I guess I never told you, I’m so happy that you’re mine
Maybe I didn’t love you quite as often as I could
Little things I should’ve said and done, I never took the time
You were always on my mind
You were always on my mind
Maybe I didn’t hold you all those lonely, lonely times
And I guess I never told you, I’m so happy that you’re mine
If I made you feel second best, I’m so sorry, I was blind
You were always on my mind
You were always on my mind
Tell me, tell me that your sweet love hasn’t died
Give me one more chance to keep you satisfied
Satisfied
Little things I should’ve said and done, I never took the time
You were always on my mind
You were always on my mind
Tell me, tell me that your sweet love hasn’t died
Give me one more chance to keep you satisfied
You were always on my mind
You were always on my mind
You were always on my mind
You were always on my mind
You were always on my mind
You were always on my mind
Maybe I didn’t treat you quite as good as I should
Maybe I didn’t love you quite as often as I could
Maybe I didn’t hold you all those lonely, lonely times
And I guess I never told you, I’m so happy that you’re mine
martes, agosto 24, 2004
Vogue
De todo lo que he leído sobre el posado de las mujeres del Gobierno Zapatero, lo único sensato que he leído es el artículo "Las ministras en Vogue y los críticos en la Luna", de Rosa Regas (www.elmundo.es/papel/2004/08/24/opinion/1682989.html)
El resto, puro desahogo machista. Parece que estuvieran rabiosos, acechando y aguardando el momento para poder vomitar sus prejuicios e inseguridades, y esta revista se lo ha servido en bandeja. Podría ser demagógica -siento grandes deseos de serlo- y cuestionar que se dedique más tiempo y líneas a ese reportaje que a la guerra de Sudán, pero el tema es tan absurdo, que no doy con ninguna comparación que mida su ridiculez.
El resto, puro desahogo machista. Parece que estuvieran rabiosos, acechando y aguardando el momento para poder vomitar sus prejuicios e inseguridades, y esta revista se lo ha servido en bandeja. Podría ser demagógica -siento grandes deseos de serlo- y cuestionar que se dedique más tiempo y líneas a ese reportaje que a la guerra de Sudán, pero el tema es tan absurdo, que no doy con ninguna comparación que mida su ridiculez.