La balada inmobiliaria
Hoy me han dado las llaves del piso nuevo. Supongo que mañana dormiré allí por primera vez. Es el sexto inmueble que alquilo (he vivido semanas en varios, pero esos no los cuento). Los he compartido con nueve personas diferentes, seis chicos y tres chicas. No sé en cuál de ellos he sido más feliz. Uno de Bilbao presenció mis peores momentos; otro vivió mi etapa más superficial; el tercero de la misma ciudad, el de Pamplona y el de Madrid conservan los mejores recuerdos... Y éste, el cuarto, es un armario oscuro en el que cuelga una bombilla de luz temblorosa: una gran incógnita.
La mudanza me ha recordado un relato que leí hace tiempo: "La balada del café triste", de Carson McCullers. Debería poner en su contraportada: recomendada para los que han amado o han sido amados, o sea, para casi todo el mundo. Hay un párrafo especialmente delicioso en torno a la página treinta (en la edición de Seix Barral, que es la que tengo yo). Comienza algo así como "hay el amante y el amado, y cada uno procede de regiones distintas..."
La mudanza me ha recordado un relato que leí hace tiempo: "La balada del café triste", de Carson McCullers. Debería poner en su contraportada: recomendada para los que han amado o han sido amados, o sea, para casi todo el mundo. Hay un párrafo especialmente delicioso en torno a la página treinta (en la edición de Seix Barral, que es la que tengo yo). Comienza algo así como "hay el amante y el amado, y cada uno procede de regiones distintas..."
1 Comments:
Una mudanza siempre es un pequeño punto de inflexión que en cierta forma implica una ruptura con el pasado y el comienzo de una nueva etapa.Algunos,-entre los que me incluyo,archivamos los recuerdos,quizá por nostalgía o por facilidad retentiva,entre las paredes que nos sirvieron de morada.Por eso creo que este pequeño cambio puede traducirse en una gran variación del enfoque y de nuestra propia percepción que en la mayoría de las ocasiones nos viene que ni pintado.Suerte con tus nuevos compañeros,aunque de sobra me consta que no la necesitas.Por cierto,entre las cuatro paredes en que escribo permanecerá tu recuerdo seguro(tus ticks nerviosos y tus mescolanzas en la comida "para que no se ponga mala".Te echaremos de menos.
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