Holden en Torino
Estaba en la playa, leyendo Esta historia y pensando que debía escribir en aitormena y proponer que se erija un monumento a Alessandro Baricco, porque su novela tiene párrafos que te hacen pensar que entiendes el mundo, incluso tu vida. Pensaba en qué frase escogería para compartir, y entonces me he deslizado a la solapa de la portada (prometo que no la había leído esta mañana, cuando escogí este libro entre todos) y he leído que hace 13 años Baricco fundó en su ciudad natal, Turín, una escuela de técnicas de escritura que bautizó como Holden, en homenaje a Salinger. Ahora tengo que encontrar una excusa para viajar al corso Dante, rescatar mi italiano y buscar la enésima pista de mi extraña existencia, aunque ya sé, gracias a Ultimo Parri y a Baricco, que el talento verdadero reside en saber las respuestas antes de conocer las preguntas.