lunes, junio 06, 2005

Claudicando

He leído a Humo, y pensaba en todas las cosas que podemos hacer por amor, esas cosas que el resto del mundo ve como renuncias y tú a veces también y a veces no.
En la literatura y en el cine fácil (no me atrevo a llamarlos malos), esas novelas y esos guiones que no salen de las entrañas, que se limitan a pegar frases y situaciones divertidas entre muchos líos de los personajes, siempre se sigue el esquema de un protagonista que sufre una o unas cuantas parejas equivocadas y al final encuentra una con el punto justo de serenidad y pasión. En la literatura y en el cine difícil, el que se esfuerza por tener su propia mirada, por decir algo nuevo, distinto y a veces esencial, el protagonista suele terminar solo, después de unas cuantas parejas equivocadas, o con una promesa de inicio de una relación. A veces, en algún momento de la película, dibujan una pareja buena y luminosa y yo me pregunto cómo lo hacen, porque muchos de ellos cumplen o se esfuerzan por cumplir el tópico de escritores/cineastas atormentados, y tienen vidas difíciles. Esas parejas ¿de donde salen? ¿son el retrato de una buena relación? ¿o son el retrato de una buena relación de alguien que nunca ha tenido una buena relación?
Sé que me estoy haciendo un lío, pero lo que me pregunto es donde salen todas nuestras convenciones, nuestros sedimentos sociales y culturales para distinguir que se puede y que no se puede hacer, cual es el límite de la generosidad, si es que existe. Con que te puedes sentir legítimamente feliz y con que no. Qué es conformarse y qué es arriesgarse. Si algo que signifique desamor en un punto puede representar otra cosa en otro. Me pregunto todo esto porque últimamente me pasan tantas cosas, cosas invisibles, que siento o que sienten por mí, o que otros sienten por otras personas, que ya no tengo claro casi nada. Y me oigo tomando decisiones, decisiones importantes, y ni siquiera sé de donde salen esas palabras. Me fío, porque alguna extraña convicción las empuja, pero, a veces, os confieso, me gustaría tener alguna jodida idea de que estoy haciendo.

13 Comments:

Blogger Gonzalo said...

Has dado en el clavo cuando has utilizado la palabra 'convención', porque muchos de nuestros comportamientos (y actitudes ante algunos aspectos de la vida) no son más que eso. Para bien y para mal. Convenciones. El amor, al menos como lo conocemos ahora, es una convención que no va más allá de mediados del siglo XVIII, como invento romántico (en el sentido cronológico del término) que es. Antes de ese, existían otros: el amor caballeresco, tan de moda ahora con el Quijote. Lo mejor de todo es lo buenos alumnos que somos todos, que llegamos a creernos que el amor existe como verdad absoluta. Y no digo que no exista, del mismo modo que existe, por ejemplo, la solidaridad, la bonhomía, el egoísmo o cualquier comportamiento adjudicable al hombre; de todas formas, que lo hayamos inventado no le resta valor, claro. Aunque luego, cuando digo esto, me ponen a caer de un burro: que si no tienes corazón, que qué cabrón eres y demás insultos...

8:39 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

Caramba, que buen tema. Yo hace tiempo que estoy tratando de saber de qué demonios se trata todo esto. Llevo años de casado y no soy capaz de responder qué es el amor. tengo la sensación de que esta "institución" en la que estoy metido no cierra por ningún lado. "Amor eterno", "Hasta que la muerte nos separe" y todo termina siendo un gran teatro con las infaltables historias de engaños y sobre todo de frustraciones. Pero, ¿Hay opciones? ¿Es que la mejor condición del hombre es la soledad? o quizá la necesidad de compañía no está en una pareja, quizá sean los amigos los destinados a acompañarme por el resto de mis días. Mis amigos... ellos me conocen desde siempre, y siempre están ahí, escuchando, comprendiendo. Y yo acá encorsetado en esta caja de zapatos.
Bueno, no lloro más, muy lindo blog. Un abrazo

3:13 a. m.  
Blogger Arq. Germán Krieg said...

Permitime decirte que a los que nos gusta la literatura o el cine difícil, tal vez veamos esa pareja buena y luminosa como el ideal para el otro y no para nosotros mismos. No será lo que nosotros buscamos un extraño y enmarañado conflicto por resolver?
Un saludo grande. Este blog va derecho a mis favoritos

5:30 a. m.  
Blogger ORACLE said...

creo que todas esas magníficas parejas de cine(a mi me gusta el prisma de woody allen) són anelos que alguien ha imaginado. pero despues en la realidad nada es igual. todo es diferente y se agradece en gran medida que no haya una sola forma de felicidad.
cada persona con quien compartes un tiempo y un sentimiento crea a tu alrededor un mundo particular con su particular modo de sonreir.

6:18 a. m.  
Blogger Abby said...

No estás claudicando, eso por descontado.

Pero las películas y los libros no dejan de ser ficción. La vida siempre está un paso por delante (o dos. o mil)

10:04 a. m.  
Blogger Haiduc said...

Mientras sientas, o te sientan, vívelo! No desparoveches ese momento pensando en convicciones o convenciones...
Un consejito de bosquímano furtivo :)

7:07 p. m.  
Blogger Carol Blenk said...

Mi pareja acostumbra a decirme "la vida no es como las películas", y ¿sabes? nunca le he hecho caso. Prefiero creer que sí, que la ficción y la realidad se confunden a veces. Pero bueno, que hay que intentar arriesgarse todo lo posible y conformarse lo mínimo.

Besos, guapa

9:08 p. m.  
Blogger Munchausen said...

Todo lo que sé de la vida, lo aprendí viendo la televisión.

11:38 p. m.  
Blogger Holden said...

Voy a ser una pesada, pero os quiero contestar a todos:
Gonzalo, tienes corazón, aunque sea a tu pesar.
Bienvenidos JuanjoE y Ger! Os visito!
Como siempre, de acuerdo con usted, señor Oracle.
Nostak, claudico porque me da la sensación de que en realidad lo que busco es acogerme a una de esas teorías que desdeño para saber lo que estoy haciendo... porque pisar por donde no hay huellas me asusta.
Humo, me ha encantado eso de que la vida va por siempre por delante aunque a mí, como a Carol, también me tiene que recordar que la vida no es como las películas... porque se me olvida. Mis amigos creen que la mía es un cruce de Almodóvar y Woody Allen, algún día tal vez sepa contar por qué.
Miss H, me ha gustado su idea de lo que es eterno y lo que no. Mucho.
Haiduc, se agradecen sus consejos, de corazón.
Ratonov, me pregunto que si la generación de espinete ha desvariado hasta aquí... ¿que pasará con la generación politono?
Y ahora sí: besos a todos.

4:47 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

Creo que en algún punto hay que madurar y empezarse a hacerse responsables de nuestros propios actos. Porque la capacidad de elegir siemrpe está ahí.

Aunque te estuvieran apuntando con una pistola para hacer algo, estaríamos eligiendo hacerlo para elegir vivir.

Las pelis son pelis y lo más importante se suelen acabar donde empieza la vida real.

Saludos¡¡

10:07 p. m.  
Blogger Munchausen said...

Lo importante es llevar a tus hijos a un buen colegio, porque si se pringan, por lo menos que sea por un saco enorme de millones.

11:43 p. m.  
Blogger H.G. said...

Hola! Estaba en el blog de Nostak (el cual siempre visito) y me llamó la atención tu nombre porque es el mismo del protagonista de uno de mis libros favoritos. Como no es un nombre común, no pensé que fuera por casualidad. ¡Tenía razón! Porque en tu perfil tienes a "El guardián entre el centeno" como uno de tus libros preferidos también.
Me ha gustado tu blog, por lo que si no te molesta pienso seguir visitándote. En cuanto a tu post, una de las ventajas de escribir un libro o un guión, es que el escritor puede jugar a ser Dios y darle a sus personajes el destino que le plazca. Si el autor tiene una vida no muy feliz, ¿por qué no darle a sus personajes un destino mejor que el que él mismo lleva? Por eso creo que las parejas ideales que suelen verse en el cine o en la literatura no son más que la encarnación de un anhelo de quien las escribió. Al menos esta es mi humilde opinión.

Este es un tema del que hay mucho de qué hablar!

Saludos desde esta parte del mundo.

8:33 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

Siempre estamos pisando terrenos no hollados, amiga. Y siempre sabremos por qué... cuando haya pasado un tiempo, y nos resulte fácil racionalizarlo... quizás equivocadamente. Actuamos como podemos, como nos empuja el corazón, o quizá como nos lleva la corriente. O ambas cosas. ¿Por qué?
Explícamelo tú. Si no puedes, es que eres como yo. Y como la Humanidad. Aunque estoy abierto a discutirlo.

12:07 p. m.  

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