Ecuación de primer grado
Anoche estuve en Donosti, que estaba especialmente preciosa, tomando unas cervecitas con unos amigos y me sentía feliz (al margen de la euforia etílica, quiero decir). Al girar una esquina, entre bar y bar, me encontré con X (guest star en el inventario de diciembre). Estaba con su novia, me saludó y siguió caminando, mientras yo me quedaba clavada en el sitio, en una postura inequívoca de "tengamos una charla intrascendente durante un par de minutos"... No sé si sus prisas significan que no le importo en absoluto o todo lo contrario. Es muy buena persona, y me sorprendió que, más tarde, cuando llegara a casa, no me llamara o me enviara un mensaje a modo de disculpa simpática. Pero supongo que ha optado por apostar fuertemente por su relación, y que evita cualquier distracción o titubeo. Es muy típico de él, siempre honesto y pensando más en los demás que en sí mismo. Sigo creyendo que ella no le merece (tampoco yo, que quede claro); ojalá me equivoque y le haga feliz.
6 Comments:
Como cambian las cosas... Esta vez ha sido diferente. No siempre ibas a tener tan mala suerte. Te veo mañana.
Besos
el merecerse es tan frágil como el saludo que te brindó.
hay que merecer mucho más.
pues yo más bien creo que él no se merecía ni una charla intrascendente contigo.
My god! qué maleducado.
Estuve en San Sebastián hace unos días. Entré en un bar. Y qué susto me llevé. De repente las fotos de tres tipos con argollas en la cabeza. Tres fotos como tres soles de etarras.
(Eh, no todos los bares de SStiene esas fotos, ni entodos está X)
¡A mí me pasó lo mismo el lunes! Pero yo, que tengo poderes por parte de madre, como Juan Dámaso, vidente, me la encontré justo tras pensar en ella. Aun así, me arruinó una tarde bastante agradable hasta el momento.
Ya veo que Oracle, Humo y Lou (no hablas más de la cuenta ;) están de acuerdo, y como me fio de los tres, concluiré que sí, que su postura no fue la más valiente: a su favor, su mirada nerviosa; en contra, su silencio ¡dos días después!
Pedro J., sí, afortunadamente, no en todos los bares hay esas fotos ni historias del pasado persiguiendote...
Sr. Ratonov, no deje que ningún encuentro le arruine una tarde... yo lo combatí con (más) cervezas, dando la chapa a mis amigos y a vosotros, en el blog... y funciona!
Un beso a todos!
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