sábado, marzo 26, 2005

Catarsis

Ayer era mi único día libre de la semana y me fui al pueblo donde mis padres tienen una casa, a verles y a desconectar un poco del mundo. Por la tarde cogí la bici. Mi propósito era dar un pequeño paseo, recordar viejos tiempos de los que he heredado graciosas cicatrices en las rodillas. Un amigo de mi padre me dio unas indicaciones y empecé a rodar. Lo primero que descubrí es que mi bici está tan oxidada como yo: los platos no cambiaban. Lo siguiente, que mi sentido de la orientación sigue siendo nulo: me perdí. Así que cuando empezaron a dolerme las piernas tras subir unas cuantas cuestas equivocadas y empezó a llover, aparqué la bici, me tumbé sobre la hierba y recé para que apareciera alguien que me guiara. Los únicos seres humanos que me encontré fueron una veintena de adultos, unidos por una cuerda, algunos de ellos con los ojos vendados. En otro caso me hubiera divertido y hubiera especulado con la posibilidad de que conformasen una secta inofensiva pero a esas alturas ya no distinguía si lo que quería era reír o llorar. Finalmente volví al único pueblo por el que había pasado para coger la carretera por la que horas antes había llegado en coche. El regreso fue casi peor: después de la tormenta, todo se había llenado de barro. Cuando por fin llegué a casa, parecía una campeona de ciclocross.
Ayer, en medio de la tormenta, pensé mil cosas. Podía haber escrito un tratado de filosofía, haber revisado todas las teorías posibles sobre el amor o añadir un nuevo punto de vista al conflicto vasco.
Hoy sólo me duele el trasero.
(Escuchando compulsivamente: Everybody´s changing de Keane)

7 Comments:

Blogger Poledra said...

Pobrecilla, si en esas situaciones, es fácil ponerse filosófica!

Yo me acabo de comprar un palm con GPS porque me apsa lo mismo. ;-)

Un abrazo enoorme!

1:24 p. m.  
Blogger Abby said...

Un poco surrealista y/o quijotesco (aprovechando el centenario) tu encuentro en el campo, no?
La canción esa de Keane, yo creo que algo le pasa a todo el mundo y todos lo estamos pensando a la vez.
Tranqui, chata, poco a poco.

3:36 p. m.  
Blogger Munchausen said...

¿Una cuerda de presos?

8:33 p. m.  
Blogger Gonzalo said...

Ah, la bici... A mí lo que me pasa, por contra, es que me pierden los 'maillots'...

12:57 a. m.  
Blogger ORACLE said...

volver a los origenes tiene eso...más heridas en las rodillas.

8:40 a. m.  
Blogger Holden said...

Pole, yo no necesito una palm, yo necesito un cerebro nuevo!
Humo, también creo que todos pensamos que todos cambiamos (uy, que lio)
Ratonov, podría ser una cuerda de presos (se me había olvidado apuntar que iban al trote, eso sí, sin cantar), pero no me encaja que los que no llevaban los ojos tapados me sonreían... (juro que no había consumido ninguna sustancia estupefaciente)
Lou, si te animas a dar una vuelta después de leerme, es que eres una optimista irreductible. Me encanta: a veces preferiría permitir que la gente me arrebate años de mi vida a que me arrebate un momento...
Gontzal, ya me explicarás mejor lo de los maillots... espero que vodkatini en mano
Y sí, señor Oracle, abriremos más heridas y acumularemos más cicatrices y lo peor... ¡que lo hago casi con gusto!
Un abrazo a todos (por fin sin agujetas ;)

1:16 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

Sí, las chicas en maillot a mí también me pierden :P

5:19 p. m.  

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