Esquelas
Un compañero me enseñó ayer una esquela que se iba a publicar en el periódico donde trabajo: era de un hombre de 99 años, cuyo apellido -nada común- coincidía con el mío. Para mi sorpresa, su segundo apellido se correspondía también con mi quinto. Eché cuentas: tenía que ser hermano de mi abuelo. Hice una llamada y descubrí que sí, que es parte de la familia con la que nunca he tenido contacto, porque viven en otra ciudad y porque mi abuelo se murió cuando mi padre tenía sólo 15 años. Ahora mi azarosa vida laboral nos ha convertido en vecinos. No he podido reprimir el impulso de leer los nombres de su mujer, sus hijos, sus nietos y hasta su bisnieta. He buscado en el callejero su domicilio, que está a unas manzanas del mio. Esta tarde es el funeral, y siento deseos de acercarme, de saber quienes son ellos, que han vivido parte de la vida que yo hubiera vivido si mis abuelos no hubieran decidido trasladarse a otra ciudad, mi ciudad.
6 Comments:
INCREIBLE lo de tu pariente... Eso se llama destino!! Saludos desde Roma, M.
Que suerte escribir desde Roma! Eso sí que es un buen destino ;)
Lo del pañuelo es verdad, y más aún en este invierno tan gripal... Besos, Holden
La vida es curiosa, pues felicidades, has recuperado parte de tu historia, por casualidad. Yo de tí me acercaba..
Un abrazo!
Jo qué flash!
Te acercasté al funeral?
Ya me cuentas un beso
Ays troll, pero qué historias te pasan. Por eso da tanto por saco leer tu blog. No sólo te suceden cosas interesantes, sino que como digna Rosa Montero de Patatero´s Land, posees la cualidad de convertir lo prosaico en pura poesía. I hate you.
Más si cabe si me detengo a pensar y descubro que todo va sobre ruedas desde que te alejaste de mi.
¿Seré gafe o es que ya te lo merecías? Me inclino por lo segundo, pero aún así no deja de joderme vivir todo esto on line.
Hasta pronto, trolinauer in the night.
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