domingo, septiembre 12, 2004

Olvidos

Hoy vivo entre aniversarios. Ayer se cumplieron tres años del 11-S, el día que derribaron las Torres Gemelas y que yo terminé la carrera. Me acuerdo que la noche anterior no dormí mucho, acostumbrada a los sprints académicos de última hora. Por la mañana hice el examen de historia política reciente. Luego subí a comer a casa de la tía de un amigo y allí vimos en Antena 3, estupefactos y en directo, cómo caía la segunda torre. Me quedé un rato dormida en el sofá, hasta que me despertaron diciendo que habían atacado el Pentágono. Decidí no volver a dormirme. Luego consultamos las notas en Internet y, sí, habíamos aprobado el último exámen y, por tanto, la carrera, aunque la actualidad sepultó nuestra pequeña noticia. Fuimos de Pamplona a Bilbao en coche, y nos acostamos pensando que nada volvería a ser lo mismo.
Aún no tengo claro si teníamos razón o no.
Del 11-M tengo, curiosamente, un recuerdo menos nítido. Sé que me despertó un amigo por teléfono para contarmelo. Que llamé a mi familia y a todos mis amigos de Madrid. Que di mis dos últimas horas de clase del carné de conducir (al día siguiente tuve el examen). Después vine a la redacción y me encargaron que recopilara información sobre la pista islamista, mientras el resto del periódico y del mundo trabajaban con la tesis de ETA. Hasta las ocho de la tarde, me pasé todo el tiempo trabajando a contracorriente. Ese día intenté anestesiarme con datos y datos. Los siguientes los pasé leyendo las historias de todas las víctimas, sobrecogida. Medio año después, me da la sensación de que todos hemos olvidado demasiado pronto.