jueves, junio 01, 2006

Cosas que no vienen a cuento

- Intercambiar el correo electrónico con un profesor (poeta en sus ratos libres)
- Quedar contigo en la playa y no encontrarte (y que el desencuentro se prolongue más allá de la arena)
- Sentirme lejos de mis amigos y saber que dejo pasar los días sin construir puentes duraderos
- Descartar las llamadas necesarias, sin motivos (salvo que la indolencia sea una razón)
- Desear aislarme (y sentirme, por ello, profundamente culpable)

Al menos, queridos JM Roman y Nostak, Auster es el nuevo Príncipe de las Letras, aunque nosotros no necesitamos ningún premio para saberlo:

Comentaba Elvira Lindo que en Estados Unidos se sorprenden de que en casi todos los hogares europeos esté presente algún libro de Paul Auster. Desde que la publicación de sus novelas se convierte en un acontecimiento literario y empieza a llenar su zurrón de premios, no va a faltar quien cuestione si sus historias merecen tanta atención. La merecen. Lo que hace que Auster esté en tantas estanterías (y otros no) es que logra encandilar al mejor lector (¿recordáis?) ese incauto que confunde la realidad con el relato que le cautiva. Leer a Auster es no saber si la novela que tienes entre manos es el mundo o, mejor, es confundir el mundo con una inmensa novela.

4 Comments:

Blogger ybris said...

¿A cuento de qué escribes cosas que no vienen a cuento?
Seguramente que sí vienen a cuento.
Todos tenemos montones de cosas de esas. Yo me apunto la de ”Desear aislarme (y sentirme, por ello, profundamente culpable)”

Me alegra lo de Auster, alguien que no puede menos que seducir por pensar:
“Writing is no longer an act of free will for me, it’s a matter of survival”

Besos.

4:37 a. m.  
Blogger Recopilador de Historias said...

sí, lo sabíamos. Gracias por acordarte.
Un beso

9:20 p. m.  
Blogger Abby said...

posmodernismo puro.
Gracias por acordarte de mí de vez en cuando. Sé que como ando escondida es difícil.

9:00 a. m.  
Blogger Pressley said...

Prestamos atención a letras desconocidas, nos introducimos de lleno en historias y experiencias de terceros haciéndolas nuestras, pero, que pasa con las letras de los que tenemos al lado?

10:29 a. m.  

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