Defensa de la alegría
Me había prometido no utilizar este blog para lamentarme -al menos no exclusivamente-, de ahí mi silencio de los últimos días. Como, por desgracia (o por suerte, ya no lo sé), soy una montaña rusa emocional, y desde ayer he recuperado mi optimismo sin base alguna y mi intuición de que todo va bien (igualmente sin fundamentos), vuelvo a mi pequeño refugio en la red. Esto se lo debo a I (la belleza hindú) y a A, que ayer me hicieron reír y relajarme, a L por dejarme despertarle y desayunar conmigo arreglando el mundo, a uno de mis compañeros, que me ha enseñado el mejor restaurante de kebab de la ciudad, a la infatigable S, que siempre me sostiene cuando creo que no puedo más, y a D y sus llamadas inesperadas. Y, claro, a vosotros, los del otro lado, de los que desconozco su nombre o su profesión real, pero que saben lo que quiero contarles aunque no se lo cuente, que intuyen, descifran y me acompañan en mis subidas y mis bajadas. Hoy tengo que recurrir a Benedetti, defender la alegría y daros las gracias.
Defender la alegría como una trinchera
defenderla del escándalo y la rutina
de la miseria y los miserables
de las ausencias transitorias
y las definitivas
defender la alegría como un principio
defenderla del pasmo y las pesadillas
de los neutrales y de los neutrones
de las dulces infamias
y los graves diagnósticos.
defender la alegría como una bandera
defenderla del rayo y la melancolía
de los ingenuos y de los canallas
de la retórica los paros cardíacos
y de las endemias y las academias
defender la alegría como un destino
defenderla del fuego y de los bomberos
de los suicidas y los homicidas
de las vacaciones y del agobio
de la obligación de estar alegres
defender la alegría como una certeza
defenderla del óxido y la roña
de la famosa pátina del tiempo
del relente y del oportunismo
de los proxenetas de la risa
defender la alegría como un derecho
defenderla de dios y del invierno
de las mayúsculas y de la muerte
de los apellidos y las lástimas
del azar
y también de la alegría.
Defender la alegría como una trinchera
defenderla del escándalo y la rutina
de la miseria y los miserables
de las ausencias transitorias
y las definitivas
defender la alegría como un principio
defenderla del pasmo y las pesadillas
de los neutrales y de los neutrones
de las dulces infamias
y los graves diagnósticos.
defender la alegría como una bandera
defenderla del rayo y la melancolía
de los ingenuos y de los canallas
de la retórica los paros cardíacos
y de las endemias y las academias
defender la alegría como un destino
defenderla del fuego y de los bomberos
de los suicidas y los homicidas
de las vacaciones y del agobio
de la obligación de estar alegres
defender la alegría como una certeza
defenderla del óxido y la roña
de la famosa pátina del tiempo
del relente y del oportunismo
de los proxenetas de la risa
defender la alegría como un derecho
defenderla de dios y del invierno
de las mayúsculas y de la muerte
de los apellidos y las lástimas
del azar
y también de la alegría.
10 Comments:
Holden, no des las gracias, todo un placer :-)
Me alegro muchísimo de volverte a leer (se te echa de menos) pero, sobre todo, de que tu montaña rusa anímica esté en lo alto. Cuida que no baje, vale?
Requetebesos, guapa!
Hola yo soy G.
Y estoy leyéndote otra vez.
Un saludo
Fantástico Benedetti!
Al igual que Carol, me alegra mucho que tu montaña rusa emocional ande por lo más alto.
Un abrazo efusivo!
¿Restaurante de kebab?.
Toíto te lo consiento, pero son términos contradictorios. Restaurante. Kebab.
Vale, vale, lo de los gustos, pero aún así.
O uno, u otro.
Pero me alegro que defiendas la alegría.
como coinciden a veces los versos con nuestras palabras, nuestros gestos, nuestras miradas.
Carol, Miss H., Ger, H.G., sus respuestas ilustran mejor que nada porque me siento acompañada.
Pedro, me pensé lo de restaurante pero, la verdad, poner "establecimiento de kebab" me parece peor... Y si hubiese probado el que probé yo, igual hasta lo llamaría restaurante ;)
Oracle, hay versos que parecen inventados para uno ¿verdad? y luego se descubre que ese uno es mucho más universal.
Nostak, me alegra que se alegre de que me alegre. Se lo aseguro. R.
Perdóname, llego tarde.
Lo de la montaña rusa me suena. Creo que voy en la cabina que está justo detrás de la tuya. Un día de éstos según baje, me cargo al de los mandos en honor a tí y a Benedetti.
Te apuntas?
Claro que me apunto, Humo.
Por cierto, me gusta tu nueva imagen ;)
Gracias a ti, Holden... por estar!
Holden, no encuentro tu buz´n, por eso te escribo aquí, me gustaría que te apuntaraas a nuestra web; https://www.facebook.com/groups/bipolaresunidosdelmundo/ muy bueno el post, saludos de Aguilagris.
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