martes, diciembre 02, 2008

Las manos heladas del amanecer

Yo necesitaba una frase de la que tirar, como un hilo, frágil y fuerte al mismo tiempo. Una frase como: Era el hombre más especial del país más especial del mundo. Pero Brasil está muy lejos, hace tres meses que no viajo y se ha muerto el hombre que compuso la canción que me trajo a casa desde Alejandría. La gente pedimos una cosa pero necesitamos otra. De hecho, lo que pedimos es una pista sólo para descartar que necesitemos eso. De hecho, pienso, nos pasamos el día -la vida- enviándonos mensajes equivocados, cifrados y extraños e, incomprensiblemente, acabamos entendiéndonos de vez en cuando. Por eso, vivir, entender es un milagro, una fabulosa conjunción planetaria, y ser consciente de eso, de que estamos vivos, de este momento mágico -de que en breve van a llegar más momentos mágicos, como ser acariciada por las manos heladas del amanecer o hacer cosas por primera vez- provoca, como dice I., que nos muramos menos.

3 Comments:

Anonymous Anónimo said...

Jo, tía.
Isra, el chunguito.

9:42 p. m.  
Blogger Edu Solano Lumbreras said...

perdón

por las veces que abro la boca demasiado

gracias
porque hoy esplendes

7:54 a. m.  
Blogger libertad said...

Pienso eso tantas veces, es un milagro, una especie de conjunción mágica que nos entendamos...y sin embargo, a veces nos entendemos. Tus palabras son tan sin artificios....
Un beso fuerte

5:02 p. m.  

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