martes, agosto 15, 2006

Vivir sin ti (es morir en la estación)

Los siete enanitos, Harry Potter, Homer Simpson y Kriptón son más conocidos en Estados Unidos que los jueces del Tribunal Supremo, Tony Blair, el escritor Homero o el planeta Mercurio. Con excepción de Homero (el planeta Mercurio tampoco me ha hecho nada) no puedo evitar sonreír con los resultados de la encuesta. Confirma que nos esforzamos bastante más en aferrarnos a la ficción que en intentar conocer y afrontar la realidad. (Traducido: no estoy sola).
Atribuyen a Unamuno la idea de que una de las ventajas de no ser feliz es que se puede desear la felicidad.Y es que de alguna manera disfrutamos más de lo que podría suceder que de lo que realmente sucede. Al menos, eso me ocurre a mí: ahora sufro las desventajas de ser razonablemente feliz: a falta de desear algo nuevo, me dedico a hacer cábalas sobre lo malo que estará a punto de llegar. Cuando daño ha hecho la cultura judeocristiana, y su sentimiento de culpa (ese sí que es omnipresente...)
(¡Cuántos paréntesis tiene este post! Es como un gran paréntesis ;)

12 Comments:

Blogger eme said...

una vez me dijo una persona a la quise mucho, y que aún quiero, que pretender llegar a la felicidad es de idiotas... la felicidad está ahí y pequeña, deberíamos aprender a saborearla, como el helado, la película, la sidra, el paseo, la charla... estamos tan acostumbradas a no ser felices que nos cuesta serlo. un abrazo

10:51 p. m.  
Blogger Abby said...

No te creas que es la cultura judeocristiana (que en parte sí). Punset da pistas sobre cómo "la felicidad está escondida en la sala de espera de la felicidad".
Un beso. Mua.

6:59 a. m.  
Anonymous Anónimo said...

¿Y si, después de lo bueno (la felicidad razonable, que yo también quería poner un paréntesis), estuviera por llegar lo mejor? ¿Eh? A ver, piénsalo. ¿Eh?

9:46 a. m.  
Blogger Gonzalo said...

Ser feliz tiene mucho de razonable, porque es necesaria cierta predisposición. No confundir con el hedonismo, aunque éste ayuda a corto plazo, sobre todo en agosto. Un beso, guapa.

1:25 p. m.  
Blogger Abby said...

hay posas cosas a las que yo te pueda decir que no. Para tí mi casa no tiene sala de espera.

10:14 a. m.  
Blogger Burnout. said...

El problema de la felicidad es como Dios: algunos lo sienten pero nadie lo ha encontrado y lo ha podido definir hasta que lo echa en falta...

9:07 a. m.  
Anonymous Anónimo said...

La encuesta sólo confirma que los americanos son imbéciles,que son gente peligrosa y que necesitan ser salvados de sí mismos.
No pierdas el tiempo y las energías pensando en lo malo que está por llegar. Ya llegará. Si la felicidad te ronda, y si eres tan afortunada que además te has dado cuenta, deja que el sueño entretenga tu pensamiento, morena. Pero, por si te empeñas en ser infeliz o en creer que la que tienes ahora es toda la felicidad que puedes abarcar, sé avariciosa; seguro que se te ocurre algo (y si no, pide ayudad a eme) que te gustaría que te pasará mañana y te pondría una sonrisa boba en la cara. Una llamada insustancial, un postre riquísmo, una felicitación por cualquer tontería, tropezar con una canción divertida (prohibidas las baladitas noñas) o con la reposición de una película que te guste, que los americanos sepan quiénes forman su Tribubal Supremo y a que se dedican...

Te dejo con una canción de los Beatles, que son otra forma de felicidad, y que, de alguna forma, nos da la razón a las dos.

"Happiness is a warm gun // When I hold you in my arms // And I feel my finger on your trigger //
I know no one can do me no harm //
Because happiness is a warm gun"


Ah! Casi se me olvida. A la mierda los judíos y a la mierda los cristianos.

8:24 p. m.  
Blogger ORACLE said...

a mi no me sorprende la estadistica.
yo siempre he pensado que nos encanta ver pelis, que nos encanta leer libros que en ellos sabemos entender valores que en nuestra vida cotidiana se nos pasan por alto.

7:18 a. m.  
Blogger velouria said...

La felicidad sabe a chocolate, que dijo algun listo o algun publicista de ferrero rocher. Por si las moscas, yo busco debajo de las tapas y como no me sale el premio almenos subo los niveles de glucosa. Y te mando una caja roja entera (pero de las suizas, eh) telepática.
un abrazo

6:37 p. m.  
Blogger Holden said...

Eme, hoy he leído una frase demoledora: Cuando estoy triste, siento que no puede durar y esto me da valor, pero cuando soy feliz, siento que se acabará y me desespero. Lo sensato, lo razonable es no pensar pero, ay, ¿cuando he sido yo sensata o razonable?
René, entre Punset y tú habéis arreglado mi semana. De verdad.
Ardi, me gusta tu punto de vista. Más que eso, me da esperanzas.
Gonzalo: ¿y donde está mi célebre predisposición? Beso
Jatqlz, esa es la condena. ¿Sólo podemos reconocerle cuando le perdemos?
Una nueva, menudo rapapolvo me ha echado. lo merecía ;)
Oracle, menos mal que alguien me apoya en el apoyo a la ficción
Velo... la felicidad es verla por aquí. Insisto: vuelva!

5:36 p. m.  
Blogger ybris said...

No. No estás sola. La realidad suele ser tan inhóspita como todo lo conseguido.El sueño de la ficción da rienda suelta al deseo y eso es quizás lo que da una cierta esperanza de futuro feliz.Lo malo es, efectivamente, cambiar el deseo por el temor a la pérdida venidera.Si es que somos imposibles.Sin embargo seguimos por aquí mirándonos por dentro para saber qué pasa.Lo cual siempre es mejor que el no enterarse.

Besos.

6:21 a. m.  
Blogger Haiduc said...

Y cuan necesarios son los grandes paréntesis...

11:14 p. m.  

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