lunes, agosto 07, 2006

Apagón



Por segunda vez en la historia de mi este blog (y esto empieza a ser preocupante) tengo que explicar que mi ausencia no se debe a un consumo compulsivo de las botellas de vino que aparecen en un post anterior. Además de beber, a lo que también he dedicado una parte no marginal de mi tiempo, estas semanas me han servido para celebrar un reencuentro, destrozar otro, renunciar a un tercero y posponer (quizá para siempre) un cuarto. Además, he viajado y vivido bajo una luz distinta. No me he gustado especialmente en estos últimos días y sospecho que si afronto ciclícamente los mismos problemas es porque básicamente los genero yo, y toman la forma de mi laberíntico dramatismo.
Hoy me ha hecho pensar hasta uno de esos estúpidos e-mails en cadena. Decía algo sobre que la decisión más importante de la vida es escoger qué puentes debes cruzar y cuáles debes deshacer. He escrito un correo electrónico ligeramente demoledor sobre esta idea a una persona esencial, y he tenido una conversación aún más demoledora (no sobre este tema, pero en el fondo sí) con otra persona esencial que a estas horas debe estar meditando cómo librarse de semejante distinción.
La cuestión es que cuando soy consciente de que estoy desencandenando un debate más que incómodo (y me empiezo a arrepentir), nunca sé si he actuado por exceso de lucidez o de estupidez.
(La foto pertenece al viaje de la luz distinta. Entonces, tal vez, también pensaba en puentes, pero todavía no me había cargado ninguno).

5 Comments:

Blogger Recopilador de Historias said...

Difícil encrucijada los puentes. En la guerra de lo que fue Yugoslavia el primer objetivo de un bombardeo eran siempre aquellos puentes sobre el Danubio, el Neretva o el Drina, que iban más allá de ser meras infraestructuras físicas, eran puentes humanos entre pueblos ya enfrentados. Fue una verdadera obsesión destruirlos, aparte de lo estratégico significaban demasiado. No sé si deshacer puentes es una solución, una huida hacia delante o, simplemente, destruir, lo que está claro es que llegar a la otra orilla ya no volverá a ser lo mismo.
(Oh, ¿ese estúpido mail en cadena fue el que sacó el tema de los puentes?)
PD:¡qué bien que hayas vuelto!

8:34 a. m.  
Blogger Abby said...

Otra fantástica bloggera decía que el problema apra levantar el vuelo no era tirar el lastre sino cortar el cable.
Yo soy incapaz de desacerme de pequeñas cosas tontas, papelitos y post its con tonterías escritas, viejos muñecos con los que jugaba de pequeña, regalos bonitos que no sirven para nada (libretas, esponjas, jabones, velas) así que lo de derribar puentes ni me lo planteo.
No sé en qué ciudad era, pero había un puente romano y un poco más arriba del río un puente más moderno, a cuya entrada se leía que los vehículos pesados debían de cruzar por el puente romano.
Me encanta la foto. Me la quedo.

10:33 a. m.  
Blogger eme said...

preciosa foto, q chula!!! guapa, resérvame el domingo: cine, paseo, café, cena, paseo, helado, otro paseo... y charla, mucha charla, de lo divino y de lo humano... y de hombres, por supuesto. un abrazo

10:08 p. m.  
Blogger Crapúscula said...

Hoy no te he entendido ni papa, Holden. Peero me importa un carajo. Necesita ver que vuelves a escribir por aquí.

2:44 a. m.  
Anonymous Anónimo said...

Qué bonita foto....Yo no te hablo ni de puentes ni de metáforas. Solo te digo lo que pienso que en estos casos ayuda, a veces, a la gente.Y dice así:No te martirices porque has dicho o hecho algo que ha traído consecuencias que a primera vista parecen negativas (de todo se aprende) las decisiones que tomas las tomas en el momento porque sientes y piensas que es lo que debes a hacer.No hay mas. Si lo haces así nunca estás equivocada.Hay unos caminos y otros caminos, no caminos equivocados o acertados.
Besis.
Hasta aquí puedo leer.

5:02 p. m.  

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