miércoles, abril 27, 2005

Tan joven y tan vieja

Lo primero que quise fue marcharme bien lejos;
en el álbum de cromos de la resignación
pegábamos los niños que odiaban los espejos
guantes de Rita Hayworth, calles de Nueva York.
Apenas vi que un ojo me guiñaba la vida
le pedí que a su antojo dispusiera de mí,
ella me dió las llaves de la ciudad prohibida
yo, todo lo que tengo, que es nada, se lo dí.
Así crecí volando y volé tan deprisa
que hasta mi propia sombra de vista me perdió,
para borrar mis huellas destrocé mi camisa,
confundí con estrellas las luces de neón.
Hice trampas al póker, defraudé a mis amigos,
sobre el banco de un parque dormí como un lirón;
por decir lo que pienso sin pensar lo que digo
más de un beso me dieron (y más de un bofetón).
Lo que sé del olvido lo aprendí de la luna,
lo que sé del pecado lo tuve que buscar
como un ladrón debajo de la falda de alguna
de cuyo nombre ahora no me quiero acordar.
Así que, de momento, nada de adiós muchachos,
me duermo en los entierros de mi generación;
cada noche me invento, todavía me emborracho;
tan joven y tan viejo, like a rolling stone.

martes, abril 26, 2005

Somatizando

Desde el domingo he incubado un bonito resfriado. Había pensado que mis estornudos y mis ojos brillantes eran la prueba de que había somatizado el disgusto.
He buscado somatizar en el diccionario y dice que no existe esa palabra.
Así que padezco algo que no tiene nombre.
Y hoy, precisamente hoy, termina, en persona, la conversación que empezó por teléfono.
Mi cuerpo es un inoportuno y mi mente, un monumento a la madurez.
Que pareja.

domingo, abril 24, 2005

Sin palabras

Él ha colgado el teléfono triste.
Eso es lo que me ha parecido.
He vacilado. No sabía si debía marcar ese número y hacer esa pregunta.
Él ha colgado el teléfono triste.
Pero no puedo hacer nada. O tal vez sí.
Puedo romperlo todo.
Y acabar con lo malo... y con lo bueno. Con el caos, la culpabilidad, las dudas. Con los viajes y con la incertidumbre, que es preciosa, aunque a casi nadie se lo parezca. Pero, sobre todo, con la intuición del dolor que llega.
Puedo romperlo todo. Quizá deba romperlo todo.
Necesitaba gritarlo en algún sitio, necesitaba gritarlo aquí.

jueves, abril 21, 2005

Una prueba

C. es uno de mis mejores amigos de la Universidad. Es sensible, divertido, inteligente, profundo y tiene un punto de locura, de gusto por la soledad y a la vez por la compañía que nos empareja inevitablemente. En Pamplona me trataba con una mezcla de dulzura y crueldad (cuando realmente yo hacía mucho el tonto) que evitó que hiciera cosas aún peores. Ahora le veo no sólo mucho menos de lo que quisiera, sino bastante menos de lo que necesito.
Así que el fin de semana pasado me fui a verle a Zgz. No tenía ninguna idea previa sobre los planes que había preparado. Y fue mi salvación, porque nunca hubieran coincidido con lo que acabamos haciendo. En 48 horas surrealistas vi tres partidos (futbol femenino, baloncesto y futbol sala); a estas alturas soy una experta en deporte base aragonés. El viernes por la noche jugué una particularísima partida al memory, el sábado al monopoly. El único alcohol que ingerí en las dos veladas fue una litrona de cerveza que practicamente supliqué a mi anfitrión. El resto del tiempo transcurrió entre mis insolentes peticiones de comida, risas, lágrimas y un momento especialmente brillante:
Holden dice: "que bonita esta calle, con eso de fondo"
C. y Sebastian responden horrorizados: "¡¡¡esooooo!!!".
Ese "eso" era El Pilar.

Desde hace tiempo tengo comprobado que la mejor manera de saber si encajas con alguien es hacer algo absurdo como ir a trabajar sin domir por el mero placer de rememorar batallitas; o estar tumbados en una cama, mirando a un techo blanco y hablando durante horas; o ver tres competiciones de deporte base en 24 horas... y si eres tan feliz como lo fui yo, no hay duda: es una de esas personas a las que no puedes dejar escapar.

viernes, abril 15, 2005

Happy New Year

Nací un día 13. Trabajo los domingos. Me voy de vacaciones en febrero. Me gusta emborracharme los martes y quedarme en casa los sábados. Mi oficina es la número 13. Vivo en un primero y tengo vértigo. Hace tiempo que deje de rodear efemerides y aniversarios en los calendarios. Así que hoy, que he vuelto a soñar que me quedaba embarazada (y me gustaba), es un buen día para felicitar el año nuevo, sobre todo si es al modo de Julio Cortázar.

Mira, no pido mucho,
solamente tu mano, tenerla
como un sapito que duerme así contento.
Necesito esa puerta que me dabas
para entrar a tu mundo, ese trocito
de azúcar verde, de redondo alegre.
¿No me prestás tu mano en esta noche
de fìn de año de lechuzas roncas?
No puedes, por razones técnicas.
Entonces la tramo en el aire, urdiendo cada dedo,
el durazno sedoso de la palma
y el dorso, ese país de azules árboles.
Asì la tomo y la sostengo,
como si de ello dependiera
muchísimo del mundo,
la sucesión de las cuatro estaciones,
el canto de los gallos, el amor de los hombres.

martes, abril 12, 2005

Intrusos con blog



Hace un par de semanas nuestro baño inundó el piso de abajo, y desde entonces está cerrado a cal y canto. Ayer llegaron los obreros a mi casa, y ya saben más de mí que muchos de mis conocidos. Hay uno rubio, el más descarado, y un moreno con un piercing en una ceja, que parece más tímido. Conocen mi pijama a rayas y mi cara de sueño, después de que hayan despertado dos mañanas consecutivas a las 8.00 horas. Saben que siempre pongo el mismo cd en la canción 12 y escucho tres canciones: "Blowing in the wind" de Bob Dylan, "Everybody´s changing" de Keane y "Al otro lado del río" de Jorge Drexler
Si son observadores (y se aburren mucho) sabrán también que bebo las botella de Heineken a sorbitos breves pero seguidos. Que me paso un buen rato bajo la ducha y que, si me despisto, canto... para desgracio de los dos, que se van a pasar más de una semana a un metro de mi puerta. Hasta ahora, el contacto se ha ceñido a:
-¿Tu también eres alemana? !!!!!!??????? (ayer, primer contacto)
- Abrigate, que hace frío (hoy)
Ya sé, de momento no prometen mucho pero, quien sabe, tal vez tengan un blog, como el taxista de Velouria. Lo que es seguro es que no se imaginarán dentro de uno.

viernes, abril 08, 2005

So I start a revolution from my bed...

Los placeres del día (Ratonov's copyright)
Despertarme sin prisa, comprar el periódico y sonreír al kioskero, exprimir dos naranjas mientras lo hojeo, pasear hasta el trabajo bajo el sol y de camino hacer una llamada inesperada (¡hay que hacerlas y no sólo querer recibirlas!). Pensar que es lunes, que no tengo nada y que, sin embargo, soy profundamente feliz.

jueves, abril 07, 2005

Gulpiyuri

Cuando era una pequeñaja, leí un libro cuyo título no recuerdo con exactitud (y eso da miedo, teniendo en cuenta el nivel de los comentaristas de aitormena, que pueden montar un foro sobre Borges en un tic-tac ;). Era algo sobre "Danny y..." (sí, lo siento, Danny con dos enes y con y griega). Recuerdo un pasaje en el que el protagonista contaba que su padre siempre llevaba a ver paisajes hermosos a su mujer cuando ésta estaba embarazada para que sus hijos, ya desde el vientre materno, se empaparan de belleza. Eso me vino a la mente frente a una cala que descubrimos en Asturias. Quienes hayáis estado allí la recordaréis. En medio de un paraje salvaje, de hierbas rebeldes, hay una oquedad que esconde una pequeñísima playa. Está a más de cien metros del mar; el agua se cuela por entre las rocas y, tranparentísima, baña la arena fina. La soledad, allí, es un regalo. Son lugares en lo que lo difícil es no soñar, así que os dejo una foto, para que me acompañéis un poco en el viaje.



Suena: "White flag", de Dido (Ufff)